Devocional

La grandeza de Jesús (Lucas 9:37-45)

Lectura: Lucas 9:37-45

 

Justo después de descender del Monte de la transfiguración Jesús y sus discípulos se encuentran con una escena rayando en lo caótico. 

Un joven poseído por un demonio y los discípulos que no pueden liberarlo. Nadie sabe qué hacer o cómo reaccionar. 

El Señor reprende al demonio, y libera al joven de su sufrimiento. 

Podríamos meditar en muchos aspectos de este pasaje, pero te invito a hacerlo en uno que me resulta particularmente significativo. 

El contraste entre la reacción de la gente y las palabras de Jesús.

Mientras la multitud se asombra y maravilla por el milagro que acaban de ver. Mientras ellos ven la grandeza de Dios en semejante liberación.

Sus ojos y corazones aún no alcanzan a ver la verdadera grandeza.

Esa grandeza está en el anuncio de Jesús.

Él les pide que estas palabras penetren sus oídos.

El Hijo del Hombre vino a mostrar su grandeza de una manera inimaginable.

Sufriendo por nosotros, entregándose por nosotros, convirtiéndose en un sacrificio, por amor a nosotros.

Esa es la muestra más gloriosa de la grandeza de Dios

 

PARA PENSAR: ¿Meditamos cada día en la grandeza del Evangelio? ¿O nos quedamos con una visión corta de la grandeza de Dios, enfocándonos en cuestiones secundarias?

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