Lectura: Lucas 10:17-20
Los que habían sido enviados por Jesús a anunciar su paso, y que el Reino de Dios se ha acercado han cumplido su misión.
No sabemos si fueron bien recibidos o no, lo que sí sabemos es que vuelven llenos de gozo.
Llenos de gozo por haber podido servir al Señor, y sobre todo porque han podido ver el poder de Dios al ellos invocar el nombre del Señor.
Jesús se regocija con ellos, y les dice: -¡Sí, yo veía cómo Satanás caía del cielo!
¡Qué bueno es servir al Señor y ver su obrar en las vidas alcanzadas por su Palabra!
No hay un gozo mayor que este: saber que somos conocidos y amados por Dios. Sabernos suyos.
Pero Jesús les dice que hay un motivo mayor de gozo: sabernos conocidos por Él, amados por Él, salvados por Él. Sabernos suyos.
No siempre vamos a ser bien recibidos, no siempre las cosas van a ir (en apariencia) tan “sobre ruedas”, pero el gozo de saber que estamos sirviendo al Señor porque somos parte de Su Reino no nos lo puede quitar nada, ni nadie.
PARA PENSAR: ¡Que tu gozo sea saber que el Hijo de Dios te ama y ha dado su vida por vos!